(De El arte de vivir, por Li Liweng (1611–1679))
"No cabe esperar que nos deshagamos de mucho dinero,
pero por lo menos podemos abstenernos de andar en busca de más. Esto
se aprecia especialmente en tiempos de pobreza general. Pedir menos interés por
un préstamo o una parte menor en los productos de los arrendatarios son cosas
que inmediatamente apreciarán los pobres, que quedarán muy agradecidos. Se obtiene una buena reputación cuando quemamos
un pagaré aun cuando el deudor sólo haya podido
pagar el interés o cuando se contribuye con
dinero a la acción del gobierno o una causa pública.
Esto ofrecería un agudo contraste con lo que hacen los ricos de nuestro tiempo. Hacer eso no perjudicaría a nadie y pondría fin a las envidias y hostilidades. Oír las palabras de agradecimiento de los pobres es como tener dos orquetas y, cuando se reciben honores y recompensas del gobierno, nuestro nombre pasa a la posteridad. Obtenemos así honor y contentamiento. En cuanto a diversiones, música, mujeres, hermosas villas y fiestas, son cosas que están a fácil alcance de los ricos, ya que no de los pobres. Así, pues, puede lograrse sin mucho trabajo lo que tan difícil parecía de lograr.”
De: La importancia de comprender, capítulo Adaptaciones Humanas, Lin Yutang".
¿Quieres ser rico? Pues no te afanes en aumentar tus bienes, sino en disminuir tu codicia.