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domingo, 6 de octubre de 2013

EL SINDROME DE HUBRIS .... (QUE SUELEN PADECER LOS "QUE MANDAN")




El vocablo HUBRIS; deriva del griego "hýbris", que significa una desmesurada confianza en si mismo, sobre todo cuando se ostenta poder.

En la Grecia Antigua, este vocablo hacía referencia a un desprecio total hacia lo ajeno, unido "a la falta de control, sobre los propios impulsos".
El que padecía de esta "dolencia social" tenía pasiones exageradas, irracionales y eran seres, considerados con desequilibrio emocional.

De acuerdo a un artículo que apareció en Yahoo News, este síndrome es visible en la mayoría de los jefes de estado actuales, desde Berlusconi a Putín. 

Las reglas de la detección de este sindrome, ha sido diagnosticada en el Instituto Favaloro, de Buenos Aires.

Y a continuación van las 14 características basadas en los estudios de David Owen & J. Davidson.


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 1 Una propensión narcisista a ver su mundo principalmente como un escenario donde ejercitar su poder y buscar la gloria.

2 Una predisposición para lanzar acciones que puedan dar al individuo una luz favorable, con el fin de embellecer su imagen.

3 Una preocupación desmedida por la imagen y la presentación (Stalin, Mao tse Tung).

4 Un modo mesiánico de comentar los asuntos corrientes y una tendencia a la exaltación.

5 Una identificación con la nación o una organización hasta el extremo que el individuo valora su punto de vista y sus intereses como idénticos (Lenin, Gandhi).

6 Una tendencia a hablar de sí mismo en tercera persona o a usar la forma regia de « nosotros »
.
7 Una excesiva confianza en su propio juicio y un desprecio por los consejos o las críticas de los demás (Lenin 1917-1924).

8 Un enfoque personal exagerado, tendente a la omnipotencia, de lo que son capaces de llevar a cabo (Stalin en 1939-1941)
.
9 Una creencia de que antes de rendir cuentas al conjunto de sus colegas o a la opinión pública, la Corte ante la cual deben responder es: la Historia o Dios (Fidel Castro y otros líderes de partidos únicos).

10 La idea inquebrantable de que aquella Corte les absolverá (Fidel Castro y muchos otros líderes, como Tito, Enver Hodja, etc.).

11 Una pérdida de contacto con la realidad, a menudo vinculada a un aislamiento paulatino (Stalin).

12 Agitación, imprudencia e impulsividad.

13 Una tendencia a privilegiar su « amplia visión » en detrimento de la entereza moral de un derrotero señalado, de modo a pasar por alto la necesidad de contemplar las posibilidades prácticas, los costos y los resultados (Lenin)
.
14 Una incompetencia « hubrística », cuando las cosas van mal porque demasiada confianza en sí mismo condujo al líder a desatender los peligros y las trampas generados por su propia política (Stalin en 1941, Gorbachev en los 1990).

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periodista y médico especializado en neurología, Nelson Castro. (Argentino)


"En griego antiguo la palabra Hubris o hybris se refería a las acciones crueles, vergonzosas y humillantes que un abusador cometía sobre su víctima por mero placer. La persona que cometía hybris era culpable de querer más de la parte que le había sido asignada por el destino. Hoy en día se utiliza para referirse a un trastorno paranoide denominado síndrome de Hubris o mal de Hubris.El Sindrome de Hubris se refiere a un personaje de la mitología griega que lograba la gloria y “borracho” de éxito se comportaba como un Dios, capaz de cualquier cosa. En la psiquiatría moderna se refiere a un ego desmedido. Fue el neurólogo David Owen quien analizó la “locura” que provoca el poder, después de 6 años del estudio del cerebro de los líderes políticos y concluyó: ”El poder intoxica tanto que termina afectando al juicio de los dirigentes”. El siquiatra Manuel Franco explicó así lo que ocurre con los líderes políticos: ”Una persona más o menos normal, se mete en política y de repente alcanza el poder o un cargo importante. Internamente tiene  un principio de duda sobre su capacidad, pero pronto surge la legión de incondicionales que le facilitan y reconocen su valía. Poco a poco se transforma y empieza a pensar que está ahí por mérito propio. Todo el mundo quiere saludarlo, hablar con él, recibe halagos de todo tipo. Esta es la primera fase. Pronto da un paso más y entra en la 'ideación megalomaníaca', cuyos síntomas son la infalibilidad y el creerse insustituible. Entonces comienzan a realizar  planes estratégicos para veinte años, obras faraónicas, o  a dar conferencias sobre temas que desconocen. Tras un tiempo en el poder, el afectado por este mal, padece lo que sicológicamente se llama 'desarrollo paranoide'.

Todo el que se opone  a él o a sus ideas, es un enemigo personal. Puede llegar incluso a la 'paranoia o trastorno delirante' que consiste en 'sospechar de todo el mundo' que le haga una mínima crítica, y progresivamente se va aislando de la sociedad. Llega un  momento en que deja de escuchar, se vuelve imprudente, toma decisiones por su cuenta, sin consultar porque cree que sus ideas son correctas. Aunque finalmente se descubra que son erróneas , nunca reconocerá la equivocación."



Fuentes:

Yahoo News
Dr. Nelson Castro 
bibliografía:  David Owen y J. Davidson (2009) “Hubris syndrome : an acquires personality disorder? A study of US Presidents and UK Prime Ministers over the last 100 years”; y “In Sickness and in Power” (2008) también de David Owen; profundizan este concepto.