ALBERTITERE !! TOMATE UN DESCANSITO Y LEÉ TODOS LOS QUE TE PUTEAN.....
UN GRANDIOSO TRABAJO DE INVESTIGACIÓN
DEL GRANDIOSO ALEJANDRO BORENZSTEIN!!! LEELO ALBERTITO !!!!
AHÍ VA!!!
NOS MUDAMOS AL
CONGRESO HASTA EL 2023
AyteSroripslon nmasgofao laas rege2:f3do8a ·
28 de marzo de 2021
HUMOR POLITICO
Alberto, levántate y anda
OPINIÓN .........Alejandro
Borensztein.
Antes que nada, vaya una disculpa
para el presidente uruguayo Lacalle Pou a quien nuestro Master of Diplomacy Tío
Alberto le dijo en el Zoom de mandatarios del Mercosur que “si no le gusta que
se bajen del barco, ok?”. No quiero ni pensar lo que debe haber sentido Don
Julio María Sanguinetti y, si lo vio desde el cielo, adonde lo habrá mandado
Don Raúl Alfonsín.
Por favor queridos hermanos charrúas,
compréndanlo. Este muchacho no está pasando por su mejor momento. Anda un poco
nervioso y no es para menos. Lo putea Cristina, lo putea Macri, lo putea Hebe
de Bonafini, lo putea la izquierda, lo putea la derecha, lo putea la Justicia,
lo putea el campo, lo putean los empresarios, lo putean los sindicalistas, lo
putea Grabois, lo putea Moreno, lo putea De Vido, lo putea Human Rights Watch,
lo putea su socia Losardo, lo putea Berni, lo putea el Instituto Patria, lo
putean los medios, lo putea Boudou, lo putea López Obrador, lo putea el
presidente de Ecuador, lo putea Bolsonaro, lo putea Piñera, ya prontito lo va a
putear Joe Biden, todavía no lo putea Kamala porque no tiene ni idea de quien
corno es pero lo putea el FMI, lo putea Diosdado Cabello y lo putea, por ahora
en voz baja, la empresa Máximo/Massa Sociedad Anónima. En otras palabras, menos
Insfrán y Moyano, lo putean todos.
Para colmo, prometió 40 millones de
vacunas para febrero, le mandaron 4 o 5 cajitas para entretenerlo y como eran
pocas se las dieron a sus amigos. Dijo que venía a unir a los argentinos y
estamos al borde de una guerra de secesión, dijo que le iba devolver el asado
al pueblo y no salimos de la polenta, dijo que en cuanto asumiera iba
aumentarle a los jubilados y su primer medida fue empeorar la fórmula de
movilidad jubilatoria y, desde que arrancó la pandemia, no se privó de
destratar a cuanto país mencionó, de Chile a Brasil y de España a Suecia.
En fin, estas son las cosas que pasan
cuando sentás en el sillón de Rivadavia a un tipo que estaba sentado en el
sillón de La Peluquería de Don Mateo.
Más allá de la ofensa a Lacalle Pou y
al pueblo uruguayo, ahora que ya nos fuimos de Occidente y estamos liquidando
el Mercosur, vale la pena recordar cuatro frases clave pronunciadas
oportunamente por el “presidente” que nos permiten entender mejor la realidad:
1. “No tengo ganas de que haya un
títere en la Rosada” (11/05/2019) frase que explica su coraje e independencia.
2. “Cristina y yo somos lo mismo”
(18/10/2019) frase que explica sus profundas diferencias.
3. “El gobierno ha vuelto a manos de
los argentinos” (30/10/2019) frase que explica su política interior y su visión
de la mitad del país que no lo votó.
4. “Ya no lo tengo a Chávez, estoy
solo, snif snif…” (27/6/2020) frase que explica su política exterior y donde
vamos pidiendo pista.
Son grandes frases que, entre tantas
otras genialidades que ha dicho, a veces se pierden. Pero analizadas en
profundidad explican casi todo lo que hoy vivimos.
Para aquellos decepcionados por la
pérdida de autoridad del “presidente”, no vale el reclamo. Desde el momento en
que aceptó compartir la fórmula con la persona que él mismo definió como
“organizadora de un plan de encubrimiento presidencial para los criminales de
la AMIA”, es porque todas esas cosas que había dicho hasta entonces las
consideró archivadas (por enésima vez, ver nota “Hasta que el silencio aturda a
la presidenta”, febrero 2015).
De todos modos, digamos las cosas
como son: no podemos dejar que maltraten al “presidente” de esta manera. Si lo
votamos, ahora hay que bancarlo. Lo lamento, tanto por Cristina que se quiere
masticar el Rolex de brillantes por haberlo elegido, como por todos los que se
tragaron el cuento de que Alberto era otra cosa. Era esto.
En ese sentido, no estuvo mal la idea
de levantarle el ánimo y darle un poco de manija nombrándolo esta semana como
presidente del Partido Nacional Justicialista. O sea del peronismo. Acá vale la
pena recordar un dato interesante.
El 24 de mayo de 2012, el actual
“presidente” fundó su propio partido llamado ParTE (Partido del Trabajo y la
Equidad). El presidente del partido era un tal Ferreño, la vice una tal Gil
Lozano y el líder político del espacio era el mismísimo Alberto Fernández. En
el año 2015, ParTE integró la alianza UNA (Unidos por la Nueva Alternativa) en
la que Sergio Massa llevaba la voz cantante con su candidatura presidencial y
Alberto llevaba los instrumentos.
Más allá de la orfandad en la que
quedó ParTE, es asombroso que un tipo se autoproclame jefe de un partido y dos
minutos después termine siendo presidente de otro. Se dirá que son las
extravagancias de la política argentina moderna pero es probable que si los
viera el General los correría a patadas.
Obviamente, ParTE no arrastraba
multitudes pero mínimamente seis o siete afiliados tendría. Y sin dudas, a
alguien le mordieron la billetera porque sin guita no hay partido político que
pase de una mesa de café. Vaya desde aquí toda nuestra solidaridad con los
pobres damnificados del proyecto nacional y popular de ParTE que se quedaron
sin su líder y con los que pusieron la mosca que todavía deben estar
esperándolo en el bar.
Recomendación: viendo como está la
situación del país y la manera en la que Cristina lo trata, si yo fuera el
“presidente” no cerraría el ParTE. Nunca se sabe. Siempre es bueno tener un
partido de repuesto, por las dudas.
En el medio de todo esto, hay una luz
de esperanza. La historia demuestra que la gente cambia y que, con el tiempo,
puede mejorar. De hecho, ya que hablamos del “presidente”, él mismo es un buen
ejemplo de ello.
Alberto era funcionario del gobierno
que en 1990 indultó a Videla, Massera y a todos los genocidas. Sin embargo,
cuando los liberaron, él se quedó atornillado a su puesto sin ningún problema.
O no leía los diarios y nunca se enteró o se enteró y mucho no le importó.
Después fue legislador por el partido de Cavallo en el año 2000 y compañero de
lista de Elena Cruz, recordada como una gran comediante pero sobre todo por ser
la más famosa reivindicadora de Videla y del proceso militar.
Pasaron los años y ahora da gusto ver
como cada 24 de marzo se emociona hasta las lágrimas recordando la lucha por
los DDHH. En realidad “recordando” es una manera de decir porque recordar, él
no recuerda nada. Se lo contaron. Pero de todos modos, esto demuestra que en la
vida se puede mejorar. Igual que Cristina y Parrilli cuando dicen “volvimos
mejores”. Es verdad, ya no son aquellos compañeros de indultos y
privatizaciones. Son otra cosa. Evolucionaron. Baruj Ashem (nos sumamos así a
los festejos de las Pascuas judías)
En los versículos sagrados del dogma
kirchnerista, está escrito que Máximo se acercó al lecho de Alberto y le dijo
“soy el hijo de Dios”.
Y Alberto abrió los ojos creyendo que
su Dios Néstor le enviaba una Cindor con dos bolas de fraile y media docena de
medialunas para remojar, pero no. Era su hijo Máximo.
Y Máximo tomó sus manos y lo invitó a
levantarse “todavía te quedan dos años y medio, mové querido”.
Y Alberto lo miró y le dijo “tengo
los huevos llenos, mi Señor”.
Y Máximo juntó sus manos y mirando
hacia arriba pidió “Padre Néstor que estás en los cielos, dale fuerzas a este
muchacho, tu humilde servidor”.
Y acariciando las cabezas del fiel
Cafiero, del fiel Guzmán, del fiel Dylan y de los otros apóstoles del Cuarto
Reinado, Máximo les dijo con voz suave: “vamos a hacer lo que dice Mamu,
¿dale?” Vamos Alberto, levántate y anda. Tu puedes. Si se puede.
Baruj ashem, Jag Sameaj.
Amén.