10 de junio de 202122:25
Alejandro Fargosi NACION Opinión Análisis
En más de un año han muerto más de 80.000 argentinos, no solo por causa del Covid, sino por la completa impericia y negligencia al enfrentarlo
Casi nadie con poder político dice nada. Los pactos no existen, pero que
los hay, los hay. Ese panorama desastroso no parece
ser novedad sino más de la misma miasma política que nos sumerge desde hace
décadas y nos ha resignado a vivir en un desastre endémico y progresivo en el
que mañana será peor que hoy. Cada día exportamos algo que vale infinitamente
más que la soja, el oro o la energía: conocimiento, encarnado en jóvenes
preparados y pujantes, que no quieren repetir el fracaso de sus padres y
abuelos, solo para que se enriquezcan los mismos políticos, empresarios y
sindicalistas.
Pero hay algo que empeora la triste realidad a la que estaba habituada mi generación: en más de un año han muerto más de 80.000 argentinos, no solo por causa del Covid, sino por la completa impericia y negligencia al enfrentarlo. Nada indica que esa masacre vaya a detenerse, porque no se testea ni se vacuna como han hecho los países que están volviendo a la normalidad. Cualquiera puede morir en días: sobran ejemplos de jóvenes sin morbilidades, muertos por Covid
ç
Olvidemos al kirchnerismo, porque su plan bolivariano es evidente: miedo, encierro, pobreza y embrutecimiento facilitan su proyecto autocrático. Pero excepciones aparte ¿la oposición es eficiente? El peronismo ¿ya decidió proteger a los causantes de esta hecatombe sanitaria, que luego irán por ellos? ¿En qué hemos dejado que nos conviertan?
Exconsejero de la Magistratura y Consejero Académico en la Fundación Libertad y Progreso