"El
"terruño" es la patria del corazón. De todos los sentimientos
humanos, ninguno es más natural que el amor por la aldea, el valle o la
barriada en que vivimos los primeros años.
El terruño habla a
nuestros recuerdos más íntimos, estremece nuestras emociones más hondas, un
perfume, una perspectiva, un eco, despiertan un mundo en nuestra imaginación.
Todo lo suyo lo
sentimos nuestro, en alguna medida, y nos parece, también, que de algún modo le
pertenecemos, como la hoja a la rama.
El amor al terruño
existía ya en el clan y en la tribu, soberano en el horizonte exiguo de las
sociedades primitivas.
En el terruño se oyen
las primeras nanas maternales y los consejos del padre, las intimidades de
colegio y las inquietudes del primer amor. Nada en él nos es desconocido ni nos
produce desconfianza.
En todo caso la querencia
sigue atrayendo al hombre como a los animales... y se comprende más a la
distancia.
Pujante y profundo
como un instinto, imperativo, intransmutable, sobrevive en todos los hombres el
amor al terruño, única y siempre viva PATRIA DEL CORAZON."
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(Extraído del libro "Las Fuerzas Morales" de
nuestro gran José Ingenieros )
Es el barrio de toda mi familia, la paterna y la materna. Es el barrio en donde nací, me crié y viví hasta mi adolescencia.
Un barrio de gente trabajadora, buena, amigable, solidaria.
Allí viví mis primeros sueños, allí canté mis canciones patrias y alenté, junto a todo el barrio, a nuestro San Lorenzo querido.
Es el barrio que amo, que llevo en mi corazón y que fue el inicio de lo que ahora soy.
Nunca más viví en un lugar tan cálido como ese barrio de entonces.
y...al que tanto añoro.
y...al que tanto añoro.