Ya no te espero,
ni aguardo tus pasos,
los que no conozco.
Los que creía escuchar
en noches sin sueño.
En noches de olvido,
que ya ni recuerdo.
Ya no te llamo...
¡ya no te pienso!
¿Qué te pasó ?
¿qué me pasó?
Nos pasó la Vida..
nos dejó sin fuerzas.
No quiero pensarte,
ni quiero desearte,
tampoco quererte,
ni sentirte,
ni esperarte.
Tu rostro se esfuma
entre las nieblas
de tus temores.
Tu voz ya no oigo
ni la recuerdo,
ni reconozco.
El alma no tiembla
al pronunciar
tu nombre.
al pronunciar
tu nombre.
Y así quedaremos:
tú con tu puente,
yo con mi oleaje,
tu puente vencido,
mi oleaje perdido...
mi oleaje perdido...
y ese rayo de sol,
el de tus mañanas,
se quebró en mil pedazos
tras tu triste ventana. © mg
tras tu triste ventana. © mg