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domingo, 11 de marzo de 2018

MI PADRE... un "personaje" de película italiana...¡ PERO REAL!



Fue el ser más carismático que yo haya conocido nunca, lleno de vivencias, de picardías, de travesuras, bondad y a veces, como las criaturas, con una total carencia de responsabilidad para lo rutinario.

Fue mi mejor amigo !

Recuerdo muchas historias de él y decidí que de vez en cuando volcaría algunas de ellas en mi blog.

Su familia, numerosísima, lo adoraba. Era el anteúltimo hijo de un matrimonio italiano radicado en Buenos Aires, con 12 hijos: 6 varones y 6 mujeres.
¡ Hasta mis abuelos habían sido más coherentes y organizados que mi padre !

Pero era el adorado de la familia, de sus hermanas y hermanos, de sus padres, sobrinos, amigos.

Entraba por una puerta y entraba la luz y la alegría.
Hablar con él, daba ganas de vivir...

Era profesor de piano y lo ejecutaba como un iluminado.
Tuvo una pequeña orquesta de tango (aun lo recuerdo sobre un escenario de un club de barrio,  en los Carnavales, cuando yo era pequeñita)

Era muy buen mozo (guapo) , elegante para vestir y un gran conquistador de mujeres, para el dolor de mi madre que sufría en forma continua, por lo que imaginaba...  (¡no sé cómo lo soportó..!  sinceramente)

Sus anécdotas, sus travesuras,  eran famosas entre sus amigos y familiares .. y también vecinos, ya que siempre vivió, desde su primer día en el mundo, en el barrio Boedo, un barrio de trabajadores, de inmigrantes, de artistas, de "malevos" y de gente muy especial  (fue mi barrio también,  al que recuerdo con todo el amor del mundo)

"Sur.. paredón y después...Sur.. una luz de almacén..." El hermoso tango que cantaba Edmundo Rivero, era para mi barrio, también!

Bueno... de joven y antes de casarse con mi madre, mi padre tenía innumerables novias.

Como los marineros en cada puerto, él, en cada barrio.

Un día yendo de paseo con una de sus noviecitas, vio venir en dirección opuesta a otra de sus conquistas.

Él, impávido, aunque por dentro pensando a toda velocidad  qué hacer para salir airoso del entuerto,  y como ya  no tenía escapatoria, siguió caminando con su acompañante de turno y con un brazo sobre los hombros de la muchacha, en la misma dirección de la que venía caminando.

¡Muy aplomado él ! (como lo fue siempre: hombre de la noche... bohemio...músico... ¡ todo eso !)


Se encontraron los tres. Y mi padre, con toda naturalidad  y su hermosa sonrisa de inocente que tenía, dijo sin pestañear :

"hola ! cómo estás? " y le dió un beso en la mejilla.

Y a modo de presentación:

"Mi novia, mi prima"

Las dos se saludaron, se dieron un beso, pensando siempre que "la prima" era la otra. Hablaron un ratito y cada cual siguió su camino, sin ningún drama.

Ese era mi padre...


¡¡¡ UN ADORABLE GRANUJA !!! 

          pero de gran corazón !   Mabel G. © 


(Cuentos para una Noche Fría - Mis recuerdos en Relatos - mi padre)